A los castellaneses nos gusta decir sin complicaciones que hemos estado y somos un pueblo de pastores. Hay documentos de hace centenares de años que así lo testifican.

Pero la evidencia más clara de este pasado ganadero, son las más de 300 construcciones de piedra seca en forma de barracas, biombos, padrones, cerrados, fuentes y otras, que se encuentran escampadas por toda la montaña de Castellar de n’Hug.

Estas construcciones servían de cobijo a los pastores durante largos días de pastura en la montaña.

Hoy en día, son un legado que tenemos que mantener, ya que quien pierde los orígenes, pierde la identidad.

Alrededor de estas construcciones, podréis seguir los antiguos caminos que os llevarán a rincones que antes los pastores frecuentaban, para poder admirar la naturaleza en su máxima expresión, y también valorar el esfuerzo que desde hace siglos los castellaneses hemos tenido que hacer para sobrevivir y así, poder llegar a hoy y compartir con vosotros el legado de nuestros antepasados.

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